Si vences a muchos eres el mejor, pero si te vences a ti mismo eres poderoso

lunes, 17 de mayo de 2010

Valverde del Camino o crónicas de una petada

Está visto que este año no es mi año. Si el año pasado terminé todos los retos, este año por una cosa o por otra no termino ninguno. Pero empecemos por el principio. La noche la paso nervioso, despertándome cada dos por tres. Tenía ganas y esperaba hacer una digna carrera. Acordándome del año pasado, que llegamos con el tiempo justo, decidí salir media hora antes de lo que tenía previsto. Me vino muy bien, por que llegué con tiempo suficiente para poder desayunar tranquilo.

En la salida no hay más de 300 personas. Es una carrera dura y la gente se no acude en masa. Se da la salida controlada por las calles del pueblo. Ya en la afueras del pueblo se da la salida real y se lanza la carrera. Mis dos temores iniciales era pasar los dos controles. Uno en el km 25 y otro en el 46 y los dos los pase bien o por lo menos los pasé. Más me hubiera valido no pasar uno de los dos y así evitarme el sufrimiento. Llega el km 25 y empieza la primera subida importante. No lo subo mal. Son 5 km duro pero tengo que darme prisa para llegar al siguiente control antes del cierre. En el km 46 está el segundo avituallamiento. Tomo naranjas y aquarius y sigo con la marcha. Al poco me encuentro con un fuerte descenso, aunque los descensos en Valverde requieren un capítulo aparte. Unas de las dificultades que se dan en esta carrera, independientemente de las subida, es que en los descensos no puedes recuperar. Terminas igual o más cansados que subiendo. Es agotador.

Toca subir para después bajar el famoso cortafuego, desde hace algunos kilómetros voy junto a un ciclista de CC Monge. Se llama Jesús. En las bajadas me dejaba y en las subidas le pillaba. Cuando empezaba la subida me lo encuentro en el suelo. Se le habían montado los músculos. Le di una pastilla de BCAA, que después yo eché de menos. Me pidió que siguiera y como se quedaba con el motociclista que cerraba la carrera decidí seguir mi camino. El cortafuego como era de esperar lo bajé pateando. Me paro en el avituallamiento que hay abajo y esperé a Jesús. Cuando estaba a punto de irme lo vi aparecer en el inicio de la bajada. Iba por el km 60 y llevaba 4 horas y medias. Llegaba la subida que me mató, después me enteré que se llamaba Peñas Blancas. Ahora tocaba subir al que llaman el Anglirú. En esta edición no me quedó más remedio que patearla. Estaba muerto pero mi único objetivo era terminarla. Superado este escollo ya solo queda uno. Estoy en el kilómetro 87. Cruzo un riachuelo. No sé si es el mismo pero he perdido la cuentas de las veces que me he mojado lo pies. Hubo un vadeo en el que me llegó el agua hasta la rodilla. Ya todo me daba igual, solo quería llegar.

Miro el cuenta y está anclado en el km 89,9. Lo miro, lo vuelvo a mirar y los kilómetros no avanzan. Se ha quedado bloqueado. No sé cuanto me queda para llegar y estoy realmente reventado. No me lo pienso. Veo un coche de la organización y decido abandonar. Me dice que solo quedan 6 km para llegar, pero es tal el agotamiento que me da igual. Como si hubieran sido 500 metros.

Ya en el pueblo, mientras me comía un bocata, se formó una tertulia muy agradable con la gente de la organización. Cada uno contando sus batallitas ciclistas. Muy agradable.

En cuanto a la ruta de PM. Bien todo. Bien señalizada, bien los avituallamientos, bien el paisaje, bien la dureza, bien todo. Una carrera muy recomendable. Así da gusto.

Y en cuanto a mi … me hace replantearme todo. Este año no tiro. Por un motivo o por otro no termino ninguna carrera, me cuesta un tremendo esfuerzo levantarme para ir a correr. El año pasado sin ir más lejos terminé todo lo que me propuse y este año en cambio me las veo y me las deseo. Eso me hace reflexionar y tal vez necesite un descanso. He decidido tomármelo con calma. Solo voy a hacer la carrera que ya tengo pagada. Me quedaré con el Soplao, la 24Doce, Partena y La Palma del Condado. Esta será el resto de mi temporada.

viernes, 14 de mayo de 2010

Velando armas



Sigo entrenando, lo que me cuesta es escribir algo. Llego cansado y lo que menos me apetece es ponerme delante de la pantalla del ordenador, después de haber estado todo el santo día.

La semana pasada salí dos días con la flaca y las sensaciones eran extrañas. Realmente no sabría decir como me encontraba. Si bien o mal. El pulso subía cuando realmente lo requería pero en el momento que dejaba de requerirlo, inmediatamente bajaba hasta las 120 ppm, incluso hasta la 100. De hecho la pulsación media en mis salidas suele rondan entre 140 y 145. Decidí parar los entrenamientos. Cierto es que también me sentía un poco cansado. No volví a hacer nada hasta el siguiente lunes.

El lunes ya todo volvió a su ser. A mi medias de pulsaciones, a mis sensaciones conocidas. No sé si es mejor o peor. Me quedo con la duda que resolveré este sábado en Valverde del Camino.

Salí ayer para preparar las piernas para lo que me queda mañana. Si ya el año pasado sufrí el mayor pajarón que ser humano puede sufrir, este año no sé que podrá ocurrir. Han elevado la distancia, 101 km, y el desnivel a algo más de 2.600. Además desde el último maratón que no superé el corte, me obsesiona que no pueda superar los de esta carrera que además hay 2.

Desde luego será un buen test para ver como estoy para el 10000 zumbaos, perdón quiero decir Soplao, del día 22. Pero primero terminemos lo que viene mañana. El tic tac no para y las grandes citas están llegando.

domingo, 2 de mayo de 2010

5 de 7 = 300

Ha sido una semana muy fructífera. De 7 han sido 5. Cinco días en lo que he salido. Los días entresemana me he limitado a hacer entre 40 y 50 km. En tiempo unas dos horas. Siempre voy por los mismos sitios. Si es con la flaca tiro para La Doblas, si es con la gorda el camino que cojo es el de los depósitos. Así que el lunes para Las Doblas, el martes para los depósitos y el miércoles ni para un sitio, ni para el otro. Quedé con Jon en los pinares. Un circuito al que de dimos cuatro vueltas.

El sábado tenía intención de hacer una salida larga con la flaca, para ello me levanté temprano. Calculaba unos 140 km pero al final se quedaron en 55 entre la ida y la vuelta. Reventé la rueda trasera. Le hice una corte de 2 centímetros. Visto el panorama lo mejor era volverse. Además las sensaciones no eran muy buenas y encima tenía compromiso familiar ineludible, porque si faltaba mi madre me cortaba los OO.


Hoy domingo salí con la gorda. La primera intención era hacer una kilometrada. Es la unión de varias rutas que lleva tiempo rondándome la cabeza pero o no encuentro el tiempo o la ganas. Hoy no encontré las ganas. Desde el principio no subía el pulso, pero en cambio iba rápido. Creo que es una buena señal producto de una semana de entreno. Subí la cuesta de Castilblanco a ritmo. Son unos 9 km con algunos tramos donde te encuentras en el pulsómetro cantidades de hasta el 16%. A mitad de la subida tuve que echar mano de un Power gel, no tenía hambre, aunque solo tenía un café en el cuerpo, pero no dejaba de pensar en comida. Claro síntoma de que necesita algo. Corono y me tiro para abajo para llegar lo antes posible al bar, para desayunar. Bajando veo una imagen que me marca para el resto del día. Unos caballos están en medio de camino y cuando me oyen llegar se quitan de en medio. Tienen las patas delanteras atadas. Muy juntas. Los movimientos son … lastimosos. Me dan pena, les cuesta quitarse. Yo me paro, no quiero asustarlos para evitarles más daño y paso despacio.




Pero no pasa nada estamos en España. Donde se llama fiesta nacional al cruel espectáculo de torturar a un animal, donde los perros son el regalo de reyes para unos niños y cinco meses después yace en la cuneta de una carretera, donde tirar un animal desde el campanario de una iglesia es una tradición, donde maltratar animales es cultura, tradición, fiesta. Donde la violencia gratuita es el pan nuestro de casa día. Es España donde se piensa que todo lo que nos brinda la naturaleza, es propiedad y está para usarlo a nuestro antojo. Hay que ser hijos de putas sin escrúpulos para atar así a unos animales tan nobles como los caballos. Perdón no es el sitio para escribir sobre esto pero hoy no me he podido resistir.

En cuanto al resto de la ruta la vuelta por el mismo camino se me hizo pelín larga. Al final me salieron 90 km. Ha sido una semana productiva. 5 días de 7 en los que he recorrido casi 300 km. No está mal. Mañana a descansar que me lo he merecido. Y por favor no hacer daño a los animales, ello no se lo merecen.