Si vences a muchos eres el mejor, pero si te vences a ti mismo eres poderoso

domingo, 21 de noviembre de 2010

Senderismo, bici y resfriado

Aunque hoy he salido en bici me voy a remontar a mediados de octubre. Mi mujer y yo decidimos probar en la actividad del senderismo. Para nuestra primera experiencia elegimos ir al Chorro en la Granja de San Ildefonso. Fue una ruta dura, en los primeros 5 km ascendimos 500 metros da+, pero nos gustó. Al final nos salieron casi 10 kms que disfrutamos mucho, tanto que repetiríamos la experiencia.
Hacía un frio del ...

Parecen catedrales


El sábado de la semana pasada el reto fue mayor y más duro. Las hoces del río Duratón. Fueron 21,5 km. prácticamente sin desnivel, pero la dureza residía en la longitud. Nos habíamos propuesto llevar un ritmo rápido y constante. Así lo hicimos hasta el kilómetro 15. Los restantes 6 se nos hicieron un poco largo pero disfrutamos de esta ruta de senderismo. Caminar entre buitres, con un suelo cubierto de hojas que el otoño ha depositado, con el sonido del río… y la compañía, la mejor que pudiera tener: mi mujer. Ya estamos preparando la siguiente.








En cuanto a la bici el pasado jueves cogí un enfriamiento y el viernes ya empecé a encontrarme mal. El sábado no salí. Al mal cuerpo tenía que añadir que no dejaba de llover. Se me hizo un sábado eterno. Hacía años que no me quedaba en casa sin salir en todo el día. El domingo estaba que me subía por las paredes. El día era soleado y a las 8:30 ya me estaba vistiendo de romano. Me abrigué para no empeorar el resfriado y a la calle con la de carretera, no era plan de llegar rebozado en barro.
Al principio el objetivo era hacer más kilómetros de los que hice, pero es que a medida que avanzaba veía que mi cuerpo no estaba para grandes derroches. De los 120 km pensados iniciales, los acorté a 80 y viendo lo piltrafilla que estaba los dejé en 50. Lo único bueno es que de tan abrigado como iba me hizo sudar de lo lindo y ahora por la tarde me encuentro algo mejor, por lo menos puedo respirar y no como el sábado.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Miércoles a la luna. Sábado en solitario, domíngo en compañía de ... caníbales

Los miércoles a la luna.
Como solución a poder coger la bici entre semana solo me queda el remedio de poner el foco. No me gusta salir solo en la oscuridad y me acompañó en esta aventura mi amigo Pepe. Fue una experiencia muy agradable. Los sentidos están siempre en alerta, la vista escrudiña la oscuridad y las pendientes no las ves pero si las sientes en las piernas. Un camino que has recorrido cientos de veces, en la noche es diferente. No se parece en nada. Fue una experiencia agradable que muy probablemente repitamos más de un miércoles.
Sábado

El sábado me apetecía una ruta larga. Hacía tiempo que quería tomar la carretera desde Aznalcollar a Castillo de las Guardas. Una carretera solitaria y estrecha en plena Sierra Norte de Sevilla con castaños y alcornoques a ambos lados. Siempre va picando para arriba. Son 28 km con una pendiente suave pero que te va minando para la vuelta. Cuando llegué a Castillo de las Guardas me paré en un bar para tomar una tostada. Se me acercó un lindo gatito. Maulló pidiendo comida. Miré dentro del bar y la dueña no me veía. Cogí la lata de paté y empecé a echarle. Los dos hicimos un buen desayuno. Ya de vuelta a casa seguía manteniendo el ritmo pero me sentía cansado y con el estómago vacío. No llevaba nada de comer y los 40 últimos kilómetros se me hicieron durillos. Al final 120 km que me resultaron muy agradables.
Domingo
Hoy tocaba salida con los compis y la gorda. Advertí de mi salida de ayer para que no apretaran. Iluso de mi. Desde el primer se fue rápido y yo me sentía las piernas pesadas. Me tengo que acostumbrar a hacer estiramientos cuando me sale una ruta larga, pero no hay forma. Tengo que tomarlo como rutina.
Iba sufriendo todo el tiempo y en las subidas de los repechos, y que había bastantes, me quedaba algo rezagado con respecto al grupo. Paramos en Gerena a desayunar y de vuelta para casa por el mismo camino. Llegué a casa más cansado que ayer, estos 70 km me resultaron duros. Sobre todo los de la vuelta. Ni el doping de la tostada me hizo efecto pero eso es lo que pasa cuando sales con caníbales.