Si vences a muchos eres el mejor, pero si te vences a ti mismo eres poderoso

domingo, 27 de marzo de 2011

Zapatillas, pinchazos y pajara

Con ganas cogí la bici el sábado. El viernes decidí cambiar las calas y los tacos de las zapatillas. Estaban tan duros que en el intento rompí la suela. Adiós a mis antiguas Sidi Genius, bienvenida a mis nuevas Sidi Eagle. Estaba deseando que llegara el sábado para poder estrenarlas. Puse las calas un poco inclinadas, no más de 3 mm pero después de 100 km me molestaba la rodilla derecha.

Quede temprano con Pepe y cogimos el camino hacia la cantina. Al poco tiempo sufrí un pinchazo. Un alambre de casi 3 centímetros se había clavado. Llevo una racha con los pinchazos que no es normal. En los 3 últimos meses he pinchado la moto, el coche, la flaca y la burra. Por que no tengo barco, que si no también pincha.


En la ruta al principio me encontraba raro encima de la bici. Hacía tiempo que no la cogía y me dolía un poco los riñones y las calas con un poco de variación hacían que no me sintiera cómodo. Poco antes de llegar a la cantina nos encontramos a otros miembros de nuestro club. Habían salido de Calla y venían a nuestro encuentro. Yo necesita desayunar pero se decidió por mayoría subir la cuesta de los Toros y después desayunar. Eso me mató y ya no me recuperaría. Subimos los cuatro la cuesta de las Culebras. Arriba me esperaban Jose y Pablo para despedirse y Pepe para continuar hasta casa. Yo iba tocado y tenía un dolor en el costado. Se nos había hecho tarde y decidimos volver por carretera. Había tramos en los que no pasaba de 14 km/h. No podía con mi alma. El dio el tío del mazo de pleno. A falta de unos 15 km me reanime un poco y aumenté la velocidad.


Llegué listo de papeles, con la rodilla y el costado doloridos pero satisfecho del entreno. Hoy domingo puse el despertado del móvil una hora antes. Ya mañana cambiaría el reloj. Se cambió automáticamente y sonó a las 6 de la mañana. No me apetecía salir por el cansancio que vengo arrastrando, pero sobre todo por la rodilla. Al final decidí salir sobre las 10 de la mañana después de reajustar las calas. Solo fueron 50 km para descargar las piernas y desayunar en Olivares.

domingo, 13 de marzo de 2011

Síndrome de abstinencia ciclista

El sábado debería haber corrido el maratón de Bollullos del Condado pero después de toma una semana de lluvia, la zona iba a estar muy embarrada y no me apetecía rebozarme en barro. Ya el año pasado lo pasé bastante mal con tanto barro. Así que no la corrí.

El día no amaneció malo, pero daban agua y decidí no salir. Cada dos por tres miraba al cielo para ver si aparecía algún nubarrón. Ni uno solo, hizo un día estupendo. Desperdicie el día. Podía haber salido y haber hecho una buena ruta.
Hoy domingo también daban agua pero, al igual que el sábado, no se veían nubarrones negros. ¿Y si se vuelven a equivocar? No me lo pienso, cojo la bici. Esta vez no se equivocaron. Al poco de superar los 15 kms empezó a chispear. Me puse el chubasquero y seguí un poco más. Cada vez me iba a más y lo más sensato era volver. Me acerqué a la casa de Jon para recoger la licencia y me volví para casa. Jon me preguntó si me llevaba a mi casa en coche a lo que yo me negué en rotundo.
Todo el trayecto de vuelta fue un continuo aguacero. Se estaban formando balsas en la carretera que hacía peligroso cualquier movimiento brusco encima de la bici. Llegué a casa como una sopa y me entero que estamos en alerta naranja por lluvia. Una buena ducha para entrar en calor y aunque levemente pude calmar mi síndrome de abstinencia ciclista.