Empieza mi desafío particular. El inconveniente de aparcar en El Bosque es que desde que te montas en la bici empiezas a subir. Me quedaban 15 kms hasta coronar El Boyar. A diferencia del último día, hoy la temperatura era muy agradable. La subida se me hizo más dura y es que salvo en los tramos más duros no usé todo el desarrollo. A mitad de la subida el móvil me da aviso de que se está acabando la batería. Por la noche se produjo una carga falsa y no había cargado bien. Intento llamar a mi mujer para avisarle y que no se preocupe, pero no me dio tiempo. Haría toda la ruta sin móvil, a mi no me importaba pero tenía que avisarla.
Mientras tanto seguía con mi subida. A mi ritmo. La verdad es que se me hizo más largo que el sábado último. Por fin corono y después de ponerme el cortaviento me tiro para abajo hasta Grazalema. En el camping que hay a la entrada entro para pedir un teléfono público. Eso ya ha desaparecido. Gracias a la chica de la limpieza que me dejo un móvil y pude avisar a mi mujer del contratiempo.
Rodeo el embase de Zahara de la Sierra. Si alguna vez veis este embalse os llamará la atención el color de sus aguas. Un turquesa intenso. Espectacular. En la bajada hasta el embalse me adelanta Mario, unos de los componentes del grupo que lo subimos la última vez. Charlamos un rato y nos despedimos. Nos volvimos a ver en el inicio del puerto de Las Palomas.
En el inicio del puerto me tomo un gel para poder soportar los 13 kms que me quedaban de subida y me quito el cortaviento. El secreto para subir Las Palomas es no mirar para arriba. Ves lo que te queda y te hunde. Cada curva de herradura viene precedida de un rampón. Me tuve que volver a parar para quitarme la chaqueta y hacer la subida en manga corta. Hacía calor y además me había quedado sin agua. Cuando llegué a la cumbre me sentí satisfecho, muy satisfecho. Ya solo queda bajar. El trabajo ya estaba hecho. Al final han salido 70 km y 2000 da+.
Llego al coche y, os acordais que guardé la llave del coche en la chaqueta?, pues cuando voy a echar mano de la llave no la tengo. No me lo podría creer. Miro al coche y veo la llave puesta en el maletero. Me la había dejado puesta. Cerré la cremallera de la chaqueta, pero aún me pregunto como la deje puesta. Menos mal que nadie la tocó y puede volver a casa tranquilamente. Incluso la rueda me respetó. Un día cojonudo y precioso de sierra.
Hoy domingo la intensión era rodar suave. Quedé con Jon y al final terminamos en Las Doblas. Me encontré bien, mejor de lo que pensaba después de la paliza del día anterior o tendría que decir gracias a la paliza de ayer?
Ha sido una semana muy productiva. Dos sesiones dobles de spinning, y las rutitas del fin de semana.
Así Manuel, así poniendote las pilas. Te vas a poner echo un toro. A este paso no va haber quien te siga en la 101.
ResponderEliminarY cuidao con las llaves, cualquier día te quedas tirao y te toca volver en bici.
Un saludote campeón.