Hoy tenía 3 opciones. Una jugar al padel, otra salir con la gordita por Aracena y salir con la flaca. Al final me he decantado por la carretera. Al padel hace mucho que no juego, ir a Aracena me apetecía, lo que no me apetecía era llegar rebozado en barro. Al final en carretera que es más limpio.
La primera sensación sobre la bici no eran nada buena. Sentía las piernas pesadas pero la verdad es que el ritmo no era malo del todo. Decidí coger el camino del último día que cogí la bici. Más que nada para comparar.
Durante el trayecto me cogieron algunos grupetas, quise ponerme a rueda pero no pude mantener el ritmo de ninguno. Cierto es que si he cogido a algunos ciclistas solitarios. Hoy ha sido el día en el que he visto más ciclistas por la carretera. No sé si será porque después de tantos días de agua, la gente estaba ansiosa por salir. Visto el panorama decidí coger mi ritmo sin preocuparme de quien me pasara y a medida que avanzaban los km me encontraba mejor.
Siempre que me pongo de pie se me sube el pulso, creo que más de la cuenta, y me puse a experimentar posiciones. Copié la de Contador. Muy vertical encima de la bici y con cadencia, haciendo bailar más la bici. Me encontré mejor que con la postura anterior que era más inclinada sobre el manillar.
Tenía intención de llegar más lejos pero empecé a sentir calambre, paré para desayunar y decidí regresar por el mismo camino, cambiando los planes iniciales.
Cuando llego a casa descargue los datos del cuenta y me llevo la sorpresa he bajado en 15 minutos el tiempo de la última vez. Me sentí contento y a la vez incrédulo. Las sensaciones nada han tenido que ver con el tiempo realizado.
Mañana a disfrutar de otro día de bici con la flaquita.
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