El sábado tenía intención de hacer una salida larga con la flaca, para ello me levanté temprano. Calculaba unos 140 km pero al final se quedaron en 55 entre la ida y la vuelta. Reventé la rueda trasera. Le hice una corte de 2 centímetros. Visto el panorama lo mejor era volverse. Además las sensaciones no eran muy buenas y encima tenía compromiso familiar ineludible, porque si faltaba mi madre me cortaba los OO.
Hoy domingo salí con la gorda. La primera intención era hacer una kilometrada. Es la unión de varias rutas que lleva tiempo rondándome la cabeza pero o no encuentro el tiempo o la ganas. Hoy no encontré las ganas. Desde el principio no subía el pulso, pero en cambio iba rápido. Creo que es una buena señal producto de una semana de entreno. Subí la cuesta de Castilblanco a ritmo. Son unos 9 km con algunos tramos donde te encuentras en el pulsómetro cantidades de hasta el 16%. A mitad de la subida tuve que echar mano de un Power gel, no tenía hambre, aunque solo tenía un café en el cuerpo, pero no dejaba de pensar en comida. Claro síntoma de que necesita algo. Corono y me tiro para abajo para llegar lo antes posible al bar, para desayunar. Bajando veo una imagen que me marca para el resto del día. Unos caballos están en medio de camino y cuando me oyen llegar se quitan de en medio. Tienen las patas delanteras atadas. Muy juntas. Los movimientos son … lastimosos. Me dan pena, les cuesta quitarse. Yo me paro, no quiero asustarlos para evitarles más daño y paso despacio.
Pero no pasa nada estamos en España. Donde se llama fiesta nacional al cruel espectáculo de torturar a un animal, donde los perros son el regalo de reyes para unos niños y cinco meses después yace en la cuneta de una carretera, donde tirar un animal desde el campanario de una iglesia es una tradición, donde maltratar animales es cultura, tradición, fiesta. Donde la violencia gratuita es el pan nuestro de casa día. Es España donde se piensa que todo lo que nos brinda la naturaleza, es propiedad y está para usarlo a nuestro antojo. Hay que ser hijos de putas sin escrúpulos para atar así a unos animales tan nobles como los caballos. Perdón no es el sitio para escribir sobre esto pero hoy no me he podido resistir.
En cuanto al resto de la ruta la vuelta por el mismo camino se me hizo pelín larga. Al final me salieron 90 km. Ha sido una semana productiva. 5 días de 7 en los que he recorrido casi 300 km. No está mal. Mañana a descansar que me lo he merecido. Y por favor no hacer daño a los animales, ello no se lo merecen.
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