Sigo entrenando, lo que me cuesta es escribir algo. Llego cansado y lo que menos me apetece es ponerme delante de la pantalla del ordenador, después de haber estado todo el santo día.
La semana pasada salí dos días con la flaca y las sensaciones eran extrañas. Realmente no sabría decir como me encontraba. Si bien o mal. El pulso subía cuando realmente lo requería pero en el momento que dejaba de requerirlo, inmediatamente bajaba hasta las 120 ppm, incluso hasta la 100. De hecho la pulsación media en mis salidas suele rondan entre 140 y 145. Decidí parar los entrenamientos. Cierto es que también me sentía un poco cansado. No volví a hacer nada hasta el siguiente lunes.
El lunes ya todo volvió a su ser. A mi medias de pulsaciones, a mis sensaciones conocidas. No sé si es mejor o peor. Me quedo con la duda que resolveré este sábado en Valverde del Camino.
Salí ayer para preparar las piernas para lo que me queda mañana. Si ya el año pasado sufrí el mayor pajarón que ser humano puede sufrir, este año no sé que podrá ocurrir. Han elevado la distancia, 101 km, y el desnivel a algo más de 2.600. Además desde el último maratón que no superé el corte, me obsesiona que no pueda superar los de esta carrera que además hay 2.
Desde luego será un buen test para ver como estoy para el 10000 zumbaos, perdón quiero decir Soplao, del día 22. Pero primero terminemos lo que viene mañana. El tic tac no para y las grandes citas están llegando.
La semana pasada salí dos días con la flaca y las sensaciones eran extrañas. Realmente no sabría decir como me encontraba. Si bien o mal. El pulso subía cuando realmente lo requería pero en el momento que dejaba de requerirlo, inmediatamente bajaba hasta las 120 ppm, incluso hasta la 100. De hecho la pulsación media en mis salidas suele rondan entre 140 y 145. Decidí parar los entrenamientos. Cierto es que también me sentía un poco cansado. No volví a hacer nada hasta el siguiente lunes.
El lunes ya todo volvió a su ser. A mi medias de pulsaciones, a mis sensaciones conocidas. No sé si es mejor o peor. Me quedo con la duda que resolveré este sábado en Valverde del Camino.
Salí ayer para preparar las piernas para lo que me queda mañana. Si ya el año pasado sufrí el mayor pajarón que ser humano puede sufrir, este año no sé que podrá ocurrir. Han elevado la distancia, 101 km, y el desnivel a algo más de 2.600. Además desde el último maratón que no superé el corte, me obsesiona que no pueda superar los de esta carrera que además hay 2.
Desde luego será un buen test para ver como estoy para el 10000 zumbaos, perdón quiero decir Soplao, del día 22. Pero primero terminemos lo que viene mañana. El tic tac no para y las grandes citas están llegando.
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