Si vences a muchos eres el mejor, pero si te vences a ti mismo eres poderoso

domingo, 6 de junio de 2010

La crónica tardía del Soplao

Han pasado dos semanas desde lo de El Soplao y aún tengo un sin sabor por no haberla terminado, por no haberme esforzado, por habérmela tomado como una marcha cicloturista, pero empecemos desde el principio.

Salgo de Sevilla en el Ave con destino Madrid, allí me recoge mi manager y ponemos rumbo a Cabezón de la Sal. Llegamos tarde, sería sobre las 10 de la noche. Descargar el equipaje, tomar posesión de la habitación, recoger el dorsal y cenar. De vuelta al hotel vimos una máquina que despachaba leche. La recomiendo. Estaba espectacular. Al final era algo más de las 12 de la noche cuando nos metimos en la cama.

Toda la noche la pasé muy inquieto, dando muchas vueltas y es que cuando llega un reto importante. A las 6 de la mañana ya estoy despierto, aunque me quedo en la cama un rato más, a la espera de que suene el despertador. Por fin es la hora. Nada más levantarme mi primera premisa era desayunar bien, y vaya si lo hago. Me voy para el cajón de salida son la 7:20 y creo que ya está casi lleno.
Esperando que den la salida miro el ambiente y me recuerda muy mucho al de Ronda. Gente con ilusión, otro con preocupación y todos con ganas de que de la salida. Me entero que han dado la salida por la algarabía y grito de la gente, pero yo aún no me muevo. Es lo que tiene cuando salen 3000 tíos. Pongo el polar en funcionamiento y joder no me acordé cambiarles las pilas. Iría sin pulsómetro. Cuando por fin me muevo mi primera intensión es adelantar posiciones, como hago en Ronda, pero lo pienso mejor y voy tranquilo. Solo hay un objetivo: terminar. El de los tiempos ya será para otro año. Se forman tapones, otros quieren pasar hasta por encima de otro y yo sigo con mi tranquilidad, admirando el paisaje. Realmente estoy haciendo una cicloturista.


De pronto, sería por la abundancia del desayuno y por el casi litro de zumo que me bebí, me entran ganas de ir al baño y no para soltar líquido. Decido seguir, no era el mejor momento. De hecho no lo hice en toda la marcha. Iba a reventar. Llega el primer avituallamiento y fiel a mi premisa paro para comer y beber. Continuo la marcha y voy disfrutando del paisaje y del ambiente. Me adelantan muchos, pero yo también adelanto y el suma y resta me deja más o menos en la misma posición de salida. Llego al avituallamiento del Soplao y me quito el chaleco que llevaba. La temperatura está empezando a subir como en mi tierra. Y pasando por Monte Aa y Ruente me paro en el avituallamiento que hay antes de empezar el Moral. De nuevo me pongo ciego. Creo que hasta llegué a engordar. El Moral una tortura, cuando creía que ya estaba arriba, un giro y más subida. Pensaba que ya no había más montaña, pues sí la había y lógicamente con su correspondiente subida. La subía en bici pero más que la inclinación se me estaba haciendo más duro la longitud. Pocas veces he subido puerto de tantos kilómetros y eso que todavía quedaba otro aún más largo. Lo subí entero en bici y solo paré cuando vi una fuente para refrescarme y llenar el bidón. Cuando coronó el Moral pregunto lo kilómetros que llevaba hecho y me indican 80. Voy bien, sin calambre y sin dolor de espalda. Lo único que me estaba escociendo el culo. Bajamos para el siguiente avituallamiento pero esta vez solo cogí una naranja y un plátano. No me entraba nada más. Hasta coronar el puerto de Palombera quedaban 20 km. Estos si se me hicieron largos, eternos. Cuando por fin llego, exactamente en el cartel que pone el nombre del puerto y la altitud (1260 metros) pincho. Eran las 8 de la tarde. No tardo mucho en reparar la rueda y como he parado al lado de un nevero me estoy muriendo de frio. En un terreno sube baja llego a Venta Vieja, dejo la cámara pinchada y me tiro para Juzmeana. Era en bajada y la verdad que iba rápido y adelanté a todos los que se ponían a tiro. Al salir de una de las últimas curvas, antes de llegar a Los Tojos me encuentro una gran piedra en medio del camino. Logro esquivarla con la rueda delantera, pero con la trasera me la como entera y la reviento. La bici empieza a culebrear y voy controlando el zigzagueo hasta que consigo pararme. No llevo más cámara y un parche no me soluciona nada. A los que adelanté, me adelantan ahora. Ni uno, ni uno solo me preguntó si me pasaba algo, o si necesitaba algo. Yo que si veía a alguien en la cuneta le preguntaba si tenía problema para solucionar la avería, ahora que lo estoy yo ni tan siquiera me avisan de que llegan por detrás. Pasan y estoy seguro que piensan: que bien ya he adelantado a uno. Bueno, me chocó mucho esa actitud y el error fue unicamente mio.

Al llegar a Los Tojos me encuentro a unas personas de protección civil. Se ofrecen para llevarme hasta Juzmeana, donde hay un puesto de asistencia. Le digo que no, que ya estoy retirado y hacer eso es hacer trampas. Aquí termina los 10.000 del Soplao para mi. El año que viene nos volveremos a ver las caras.

El camino de regreso en el coche me permitió una charla muy agradable con estas personas de protección civil, que me dejaron en la misma puerta del Hotel en Cabezón. Cuando me estoy duchando me doy cuenta de que no me duele nada y lo único que con la ingesta de plátano y el culo escocido, tengo complejo de mandril, por lo demás nada solo ganas de volver.

Para el año que viene iré de nuevo pero esta vez sí será para vencer a los 10000 del Soplao.

PD. A Noe la veo desde lejos, sin posibilidad de saludarla. A Pablobk nos cruzamos en el Moral, yo bajaba y el subía. En otra ocasión será.

4 comentarios:

  1. Ánimo campeón, que el año que viene seguro que lo consigues, pero esta vez llevate un par de camaras por si acaso.
    Sobre la gente que te paso y ni siquiera te pregunto, un cero grandioso para ellos, esta gente no suele salir mucho en bicicleta o no entiende nuestra filosofia. Pero bueno ya les pasara a ellos alguna vez y se darán cuenta de las cosas.
    Yo tambien estuve este año y la verdad es que vi muchas cosas que no me gustaron sobre compañeros bikers, como si el ganar dos posiciones les fuera la vida en ello.
    La organización y las gentes de los pueblos animando, un diez para ellos.

    El año que viene el Soplao es tuyo.

    Salud y força a los pedales.

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  2. Holaaa
    Que pena no habernos podido saludar!!
    Una lastima lo del rebenton casi al final. La verdad es que en rutas tan largas, suelo llevar dos camaras y el kit de parches, aunque algunas veces, tambien juego con el peligro y llevo solo una. En el Soplao, solo llevaba 1, y eso que iba con ruedas de 29", vamos, como para pedir una camara prestada, jajaja.
    Yo algunas veces cuando veo alguien parado, pregunto si necesita algo, pero otras veces, la verdad es que espero que me avisen si necesitan, me explico, cuando soy yo la que pincha, si me falta algo, espero que pase alguien y le pego un grito: Oyeee, tienes una camara..o lo que sea.
    A veces pecamos por esperar que el otro hable, el que pasa espera que el que repara le avise se necesita algo, y el que repara, espera que el que pasa le pregunte, pero en ese caso, el interes es del que esta parado, es el que tiene que preguntar no? Otra cosa es que el que pasa, tenga ganas de ayudar o no...algunos pararán...otros pasaran de largo...
    No te cortes, cuando necesites algo, dale voces, alguno seguro que parará.
    Ánimos y un abrazo. A ver si nos vemos el año que viene.

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  3. Bueno Manuel, una pena que no hayas podido terminar, sé que le tenías ganas a esta marcha. El año que viene vete con dos cámaras. eh!
    Sobre lo de la gente, estoy deacuerdo con Noe, hay que tomar la iniciativa porque la gente va muy enfrascada en su ruta (me incluyo)... hay que pegar un grito y el primero en parar soy yo.
    Nos vemos en Guadalix? Ahí me tienes que dar instrucciones que el que va de novato soy yo.
    Un abrazo.

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  4. Llevais razón. Yo que no hablé y los que pasaron tampoco, pues nada. Unos por otro, la casa sin barrer. Para el próximo Soplao 2 cámaras.

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