Al final decidí no correr en el Desafío de Buda. Todos los colegas tiraron para Torre del Mar y yo me quedé en Sevilla. Las salidas este fin de semana serían en solitario. Para el sábado tenía previsto coger la carretera del Castillo de las Guardas, pasando antes por Gerena y Aznalcollar y salir como muy tarde a las 8:30. Puse el despertador pero se me liaron las sábanas y no había forma de abandonar la cama. Y mira que lo intenté. Al final salí una hora más tarde de lo previsto.
Me di la vuelta para volver a casa y veía como se alejaba el ciclista maleducado. De pronto mi diablillo personal se me apareció a mi lado y me dijo:
- Ve a por él.
- Y si no lo alcanzo?. Me lleva 300 ó 400 metros.
- Inténtalo.
Sonreí. Y por qué no?
Y a ello me puse. Metí la pandereta e inicié la persecución. Al principio no tenía mucha fe en que lo conseguiría pero tenía 10 km para intentarlo. Al principio cuando empecé en esto de la bici me fijaba en la bici del otro. Si era buena, si el equipamiento era bueno pensaba que el tío era bueno. Si era malo, pues pensaba que el tío era malo. Graso error por que algunos ciclistas malos me han dado más de un palo. Ahora me fijo en los gemelos. Es más fiable. Bueno a lo que iba. Empecé a apretar. Cada vez lo veía más cerca pero en una bajada algo más larga se fue de nuevo. Yo no soy muy bueno bajando. No me desanimé y de nuevo a empezar. Me costó casi 7 km darle alcance. Me puse a su rueda para recuperar un poco. El tío me miró. Sabía quien era. El alcornoque rojo (por el color de la bici). No tengo mucha paciencia, así que no aguanté mucho tiempo detrás de él. A la primera oportunidad, en el primer repecho, me puse delante. Mientras lo hacía le dije “Hola, cómo lo llevas. No era de los ciclistas malos. Tenía buena bici y buenos gemelos. El tío de se pega a mi rueda y a mi me cuesta despegarlo después del calentón de la persecución. De nuevo intenta adelantarme. Era como si la meta estuviera en Aznalcollar, donde terminaba la carretera. Decido echar el resto. O lo dejo atrás o lo hace él pero de cualquiera de las formas me habré divertido. No consiguió adelantarme y llegué primero.
En la gasolinera que hay en la salida del pueblo me paré en una gasolinera para tomar un aquarius y llenar los bidones. Ya hacía 40º. Ya solo me quedaban unos 15 km hasta llegar a la cuesta de Las Doblas y desde allí todo descenso para llegar a casa. Al final 15 minutos más tarde de lo que tenía previsto y con 102 km en la piernas.
El domingo de nuevo me entró la pereza. Quería salir pero por otro lado quería quedarme en la cama. Me llama Pablo creyendo que estaba en el cajón de salida del Desafío del Buda y eso es lo que me abandonar la cama. Hacía calor y decidí no hacer muchos kilómetros. 50 serían suficientes y en medio un buen desayuno en Olivares.
Ya en casa, después de una gratificante ducha y una buena comilona solo queda ver como La Vuelta llega a Los Lagos.
hola soy juan de velez malaga y quiero saber cuando el dida de la carrera de 101 por si me puedes ayudar y a consegir la ropa de la bici de la legion juanipapagallo@hotmail.com telefono 692541372 gracias
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