Si vences a muchos eres el mejor, pero si te vences a ti mismo eres poderoso

sábado, 12 de diciembre de 2009

Reflexiones intrascendentales postaccidental

El principal recuerdo que me viene a la cabeza del accidente es la voz de la propietaria del coche diciéndole a alguien que la culpa era mía y la voz de un hombre preguntándole si había llamado a la ambulancia. Yo intentaba levantarme pero estaba mareado y con los ojos cerrados permanecí en el suelo. Cuando logro incorporarme, a trancas y barrancas, lo primero que me dice la buena señora es que si rellenamos los papeles. La miro con desprecio. No puedo, ni tan siquiera, mantenerme de pie y solo se preocupa de una mierda de papeles. Al hombre que llamaba a la ambulancia le pido que anule el aviso. Fui al hospital por mi propio pie.

Hoy que hace un día soleado, frio y luminoso yo estoy aquí en reposo con la pierna estirada sin poder disfrutar de la ruta que tenía preparada y me da por pensar y reflexionar. Pienso en lo diferente que es el mundo de la bici con el otro. Pienso en el compañerismo y la solidaridad que se vive en una ruta en medio del campo, donde cualquiera sin conocerte se para y te ayuda. Por el simple hecho de ser ciclista. Globero, pro, amateurs, de flaca o gorda da igual perteneces a la gran familia que son los ciclistas y eso es motivo más que suficiente para proporcionar la ayuda. Incluso en una carrera donde todos compiten contra todos, también contra uno mismo pero lo que nunca se abandona es la solidaridad. Me viene a la cabeza, fue en una carrera de Ronda, cuando en un accidente un ciclista se quedó con el accidentado hasta que llegó al hospital y después pidió que lo llevaran al punto donde lo habían recogido para continuar con la carrera. No se conocían eran simplemente ciclistas. He visto, incluso yo mismo lo he hecho, dar tu única cámara a uno que había pinchado cuando aún tenía por delante 25 km. Y si pinchaba yo, ya me la daría otro.

Que diferencia este accidente con el que tuve en la bici. Allí incluso rompí el casco del golpetazo. Uno se preocupaba de cambiarme la cámara, otro esperaba a mi lado a que llegara en coche médico y escuchaba como los que pasaban preguntaban si estaba todo controlado.
Me viene a la cabeza la muerte de Xavier Novell. No lo conocía pero cuando leí en un blog la noticia de su fatal accidente sentí una gran pena. Un gran dolor por alguien al que no conocía pero que compartía la misma afición. Me sorprendí en mitad de la ruta, la del Camino de Santiago, pensando en él y rezando una oración. Quizás lo único que podía hacer.

Aquí en casa, desperdiciando un buen día de bici, con la pata tiesa, dolorido he llegado a la conclusión de que me siento orgulloso de ser y pensar en ciclista. Que miramos la vida desde otro punto de vista, quizás el que nos proporciona estar sentados en esos ridículos sillines. Que si hubiera más ciclistas en el mundo, tal vez sería un mundo mejor.

Creo que hoy estoy de bajona.

2 comentarios:

  1. Sin duda es otro mundo, cada dia que tomo la carretera para poder llegar a mi habitual zona de pisteo con la mtb me doy cuenta de lo poco que nos respetan la mayoria de los conductores, es raro el dia que me ceden el paso en las glorietas o que dejan la distancia correcta de seguridad y que casualidad que cuando veo que un vehiculo a motor parar en un sitio donde la mayoria no lo haria observo el coche y veo una baca con sus portabicis, asi somos y yo tambien me siento orgulloso de ello, pero cada dia le tengo más miedo a los coches y no deberia ser así , muchas veces parece que tuviesen vida propia y que no fuesen dirigidos por seres humanos.

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  2. Manda narices sin saber como estabas solo le preocupaban los papeles y que no era de ella la culpa.
    Conozco ese hecho de los 101 a ese compañero lo tratamos como se merecía, como un héroe, en el pasado desafío de Jaén tuve una avería, detrás mío venia una grupeta de Granada de unos doce ciclista uno paro a ayudarme los demás al ver que su compañero paraba se pararon también y esperaron hasta que arreglamos el entuerto, somos diferentes, solidarios, compañeros, amigos, yo también me siento orgulloso de pertenecer a este colectivo.
    Que te mejores y que empieces a pedalear lo antes posible.
    Nos vemos en mayo

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