Después de tanto entreno, tantas horas encima de la bici no pudo ser. Terminé pero el objetivo marcado no lo conseguí y lo más doloroso es que hasta hice peor tiempo que el año pasado a pesar de haber entrenado más. Así de injustas son las carreras. Pero empecemos con la crónica.
MJ, mi pareja llegó en el AVE desde Madrid el viernes y después de comer salimos para Ronda. Llegamos sobre la cinco de la tarde. Descansamos un poco y sobre las seis fuimos a recoger los dorsales. Me encanta el ambiente en el polideportivo. Esperamos a otro dos que también se quedaban en la casa. Un chico y una chica.
Para cenar una locura. No había ni una mesa. En una restaurante nos "acomodaron" un sitio y pudimos cenar y para la casa para poder descansar.
Amanece el sábado, el día grande. Un día precioso y caluroso. Nos levantamos a las 8:30, hasta las 10 de la mañana estaba abierto el cajón. No me entraba el desayuno. Los nervios no me dejaban comer. Me tomo un café y una tostadita. Cuando nos dimos cuenta el tiempo se estaba echando encima. Metimos las bicis en los coche. La casa estaba en Arriate, un pueblo a 5 km. de Ronda. Rápidamente nos fuimos a la entrada del campo de fubtol y menos mal que nos colamos porque entramos y cerraron las rejas de entrada. Había mucha gente fuera que tuvieron que entrar por otro sitio. El campo de futbol estaba lleno de ciclistas por todos los sitios. Entre ciclistas y duatletas eramos más de 4.000. Se da el cañonazo de salida. Sí un señor cañonazo de artillería, aunque yo no ví el cañón, y lentamente vamos saliendo del campo de futbol. Una vez fuera buscamos huecos para tomar una buena posición. Cruzamos el Puente Nuevo y llegamos a la rotonda donde nos paran para dar la salida definitiva. Allí estamos casi media hora hasta que se da la salida real. Antes he tenido la oportunidad de probar mis nuevos frenos que puse la semana pasada. Solo los había probado en una salida anterior y frenan mucho más que lo que tenía. En un momento dado antes del parón tuve ocasión de probarlos y bloqueé la rueda trasera en medio de una curva. Casi beso el suelo.
Mis frenos nuevos
A las once y diez se da la salida. Se va por asfalto y ahora al principio de va muy rápido. Quiero adelantar posiciones porque después viene uan subida no muy dura pero donde se forman tapones y hay que echar el pie a tierra. Nos dirigimos a Arriate y se va muy, pero que muy rápido. Y el Lorenzo empezando a calentar. Llega la primera subida importante: la cuesta de las salinas. La voy subiendo bien hasta que a falta de unos 200 metros para coronar, el que va delante de mi echa píe a tierra y me hace echarlo a mi. Me quito lo más rápido que puedo para no joder al que venía detrás de mi. Ahora nos dirigimos a Setenil. En la bajada me trague todo el polvo del mundo. Tenía que tener cuidado porque no veía un pijo. Me gusto por donde pasamos. Era una calle cubierta por una gran roca. Tengo que volver a ese pueblo. Allí me está esperando mi cariño. Me ve, me paro y nos damos un beso. Era mi primera parada en un avituallamiento (jeje). Me salté el avituallamiento oficial porque creí que llevaba más agua de la que realmente había en el Camelback (fué un acierto congelar el camelback). Al salir de Setenil viene una subita corta pero con mucha pendiente. Llevaba poco más de 50 km. y me encontraba bien y además dentro del tiempo que llevaba previsto. Ahora empieza una subida constante que empieza en el km. 59 y termina en el 68. Yo sin agua y el sol pegando de lo lindo. Empiezo a encontrarme mal, deseando llegar al puesto para rellenar el camel. Masco polvo y las gafas tienen una capa que casi no veo. Casi no veo a mi niña que estaba esperándome en otro punto. Gracias mi amor por darme ánimos y apoyarme en mis locuras.
Llego arriba y me paro en el avituallamiento. El legionario me rellena el bidón de aquarius y yo me relleno el camel. No se le da importancia a la cosas hasta que no las tienes y en aquel momento el agua era como oro liquido. Ningún manjar podía suplir ese trago de agua. Ahora toca bajada hasta llegar al cuartel de la Legión. Allí nos ofrecen comida caliente pero paso de largo. Creo que esa parada es una trampa porque con el calor que hacía ponerte a almorzar y después dar pedales, como que no.
Salgo del cuartel y me da miedo lo que viene. La subida a la ermita. Ya la subí en el Homenaje de marzo pero hoy me parece un monstruo de siete cabezas. Estoy en el km 77 y no me encuentro bien. La subida sin agua creo que a echo mella. Me paro para hacer un pis y el color me dice que no me he hidratado bien. No tengo fuerzas y aún me queda pasar por dos tormentos. Empiezo la subida y creo que en el momento que hacía más calor. No tengo fuerzas y pongo pie en tierra. No tengo fuerzas ni para empujar la bici. La subida se me hace interminable. Miro el pulsometro y no bajo de 150 ppm. y eso que voy andando. A la mierda el objetivo de las 6 horas y medias. Subo jadeando deseando ver la dichosa ermita. No sé cuanto tiempo estuve en la subida pero a mi me pareció una eternidad que me dejó muerto.
Cuando llego a la ermita, toca bajar. La cuesta de la Raspa creo que se llama. Voy escuhando música. Era un pasodoble y pienso "joder como nos reciben este año en el pueblo". Cuando me acerco a la cuesta veo que llevan a la Virgen en unas parihuelas. Hoy por lo visto es la romería. Un puñado de ciclistas vamos detrás de la Virgen como si fueramos penitentes. La escena me pareció subrealista. La verdad es que nos dejaron paso en una de las cerradas curvas y nos lanzamos para abajo hacia Montejaque. En la carretera veo a mi cariño ubicandose para verme de nuevo. La saludo y esta vez no me paro. Si me paro no tengo fuerzas para arrancar. Ella me grita que se va a la cueva del gato para verme de nuevo. Valeeeeeeeeee le grito. No puedo más estoy roto. Ahora mi objetivo a pasado a ser el de, por lo menos hacer el mismo tiempo que el año pasado. Bajo por la carretera a toda pastilla, pero hasta en las bajadas me encuentro mal. Cuando no hay fuerzas ni se sube, ni se baja. Paso por la cueva de gato y MJ no está, he bajado más rápido que ella. En el momento que tengo cobertura en el móvil la llamo para decirle que se vaya para la meta, que ya he pasado.
Me quedan 10 km y ya me cuesta hasta llanear. No puedo más y me pregunto que coño hago yo allí, que qué se me ha perdido. Son los peores momentos. Ya me da igual el tiempo que haga, me da igual incluso terminar. Me quiero ir a la casa y darme una buena ducha. Quiero que todo ese sufrimiento se acabe. Pero me queda subir el tajo. Creo que son 2,5 km pero son los más largos del mundo. Voy tirando de la bici como puedo. Estoy agotado. Me paro para tomar aire pero no hay suficiente aire. Pienso que queda poco, que la meta está ahí y de donde no hay fuerzas, ni energias mi mente las saca. Estoy en Ronda, solo me queda una subidita ridícula y ya todo es bajada hasta meta. Esa subida demuestra lo mal que voy. Me cuesta un mundo y me siguen adelantando ciclistas. Me adelanta hasta una hormiga coja. La gente que está en la acera me anima.
- Venga que es lo último que te queda.
- Vamos que ya está hecho.
- Vamos campeón.
Llego a la bajada y me dejo caer. En otras ediciones metía plato. La gente aplaude como si llegara el primero. Entro en la Alameda y busco a mi niña. Una legionaria me sella y me felicita:
- Enhorabuena caballero. No se guarde el pasaporte que se lo van a pedir.
Escuchar eso me pareció mejor que escuchar un coro de angelitos.
Yo le doy las gracias y a cinco metros me pican el tiempo, un desastre 7:53, pero he de reconocer que en ese momento me importaba muy poco. Me cuelgan la medalla y estoy deseando ver a mi niña que no veo aunque la tengo casi enfrente. Cuando por fin la descubro entre la gente me acerco a ella, nos abrazamos y nos besamos.
- Enhorabuena campeón. Estoy muy orgullosa de ti.
En ese momento se me saltan las lágrimas. Otro año más he terminado aunque no he conseguido ninguno de los objetivos. Soy un finisher fracasado.
Y dentro de 2 meses, tal día como hoy estoy corriendo la Salzkammergut. Miedo me da.
Frecuencia Media: 151 ppm - Distancia 105 - Velocidad Media 14,1 km/h - Cadencia Media 75
Pues para mi eres un heroe, no tienes porque sentirte un fracasado, el compañero con el que entreno la hace en 4:30 este año la ha hecho en 5:30 y tambien tuvo que echar pie a tierra en la ermita y lo que para el fue peor en los molinos, elites de Ronda que compite tuvieron que abandonar, Cristobal Ruiz amigo y compañero mio que quedo 2º en el homenaje revento en Setenil y tuvo que abandonar, gente que la hacen en 6 la han hecho en 7, por eso no tienes que sentirte un fracasado si no un heroe un titan, somos verdaderos sufridores que sabemos sufrir, vencer tanta adversidad, a nuestra edad tiene mucho muchisimo más merito vencer todas las dificultades que se nos han presentado este año, la cuesta nueva creo que nos revento a todos no la esperabamos, nadie dijo nada de esto incluso el cabo Becerra me repitio una y otra vez que el recorrido era el mismo del año anterior que solo se cambiaba la entrada a Setenil, por cierto esas rocas que a tu paso quedaban en tu cabeza son casas que estan hechas en las rocas, cuevas hechas casas, tienes que ir es uno de los pueblos blancos más bonitos de la ruta.
ResponderEliminarVeo que tus objetivos son los mismos que los mios, en tu crónica me he visto reflejado, entrenos muy duros para hacerla en 6:30, no pudo ser pero y la satisfacion de terminarla y el recibimiento de nuestras niñas? el precio de eso una vez acabada solo tu y yo lo sabemos, como el precio y lo que nos costó la medalla que muestras en la foto, cuantas horas de sufrimiento hay detras de todo eso.
Por eso en letras muy grandes solo me queda decirte mi enhora buena CAMPEÓN.
No hay fracaso cuando has podido pasar por meta habiendo hecho todo el recorrido, habiendo dado todo de ti para seguir adelante y habiendo sufrido pero sacado fuerzas del interior para finalizar.
ResponderEliminarEl unico fracaso es no intentarlo nunca. Es temer hacerlo mal, es tener vergueza de hacer cosas por no estar preparado, es darse por vencido antes de siquiera intentarlo.
Las palabras FINISHER y FRACASADO son incompatibles. El mero hecho de finalizar una tarea es un exito.
Un abrazo