Aunque no actualice el blog sigo entrenando. De hecho esta semana me han salido casi 250 km. No está mal. Lo que me pasa es que no tengo mucho tiempo y el poquito que tengo me dedico a leer los libros del sueco. El de el tío que no quería a las mujeres y las mataba, o algo parecido. Ya voy por el segundo. Pero hoy había que escribir.
El martes salí con la flaca, no puedo irme muy lejo porque ya oscurece antes, cada vez más antes. Me hice unos 50 km y bajé el tiempo de la útima vez en 5 minutos, pero lo mejor es que el pulso no se disparó. Descansé el miércoles y remoté los entrenos el jueves. Mismo camino, es que así controlo para que no me coja la noche, y otra alegría. Bajo el tiempo otro 5 minutos y la mejor noticia es que el pulso no se dispara. Son buenas noticias. Pero lo mejor de todo es que estoy disfrutando mucho encima de la bici, ya sea la flaca o la gordita
El sábado la salida fue con la gordita. La recogí el viernes del taller. La reparación fue gorda y cara. Pedalier y bielas, estaban pulidos; cojinetes del basculante, estaba como una piedra. Al final 150 €. Había que salir para probar las nuevas piezas. Todo estaba correcto y funcionaba perfectamente. Salí con Jon y entre conversación y pedales se no hizo corto la rutita. Nos salieron 80 km y, aunque el tío siempre me lleva dos o tres puntitos por encima, no iba sufriendo. Las sensaciones fueron muy buenas pero lo mejor de todo es lo bien que me lo paso encima de la bici. Hacía tiempo que no lo hacía.
Hoy domingo tenía pensado salir con la flaca solo para rodar y descargar la piernas. Al principio eso es lo que hice rodar y no subir mucho el pulso. La ruta que había elegido era un constate subir, no mucho desnivel pero siempre ascendiendo. Me sentía un poco cansado pero a medida que iba avanzando me empezaba a encontrar mejor y me ví con fuerzas para acelerar. Llevaba un buen ritmo con el que me sentía cómdo. Después de un gel, tengo la mala costumbre de no desayunar antes de salir, y un poco más tarde desayunar en condiciones toca volver. A lo lejos se ven negros nubarrones y decido volver. Ahora el terreno y el viento son favorables. Voy como una moto. A lo lejos veo a otro cilcista, decido ir a por el. Me cuesta un poco pero lo alcanzo. Sin recuperar lo adelanto, eso hace desenterrar el hacha de guerra. Se pone a mi rueda y en una bajada me adelanta él. Yo he cometido un error, de que he aprendido. Viene una pequeña subidita y tiro para dejarlo detrás. Lo consigo durante un buen tramo pero he gastado muchas energía en el intento que me pasa factura. El se pone a rueda y lentamente pero sin pausa me adelanta. Me saca 50 metros los suficiente para no llegar a alcanzarle. Siempre estaba ahí, al alzance de la mano pero no lograba cogerlo. Debería haberme quedado a rueda hasta recuperar y después realizar un último ataque. De los erroeres se aprende. Joder estoy hablando como si fuera un profesional.
Bueno resumiendo sigo entrenando, las sensaciones son muy buenas y los mejor de todo es que disfruto encima de la bici, ya sea una u otra. Y ahora me voy seguir leyendo el segundo libro del sueco: La tía que quería peqarle fuego con un mechero a no sé que.
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